lunes, 7 de enero de 2008

El adiós de la entradilla

La entradilla era el pequeño texto introductorio que acompañaba a los titulares de las piezas informativas en los medios impresos. Ahora está en peligro de extinción, las grandes cabeceras que la encumbraron ya no la necesitan. El empuje de la prensa en internet ha causado que cambie la forma en que leemos el periódico, por lo que ahora no es indispensable.

Los grandes diarios que han llevado a cabo profundos rediseños en sus ediciones escritas (véase El País o La Voz de Galicia) han dejado de usarla. Su función se ha trasladado al primer párrafo del texto.

Podía diferenciarse a la legua quién era un avezado periodista y quién no echando un vistazo a la entradilla. En la facultad nos dijeron que la mejor forma de redactarlas era hacer un resumen de toda la información, y una mierda. La entradilla era el enganche, incluso con las noticias más pegadas a la actualidad podían construirse entradillas deliciosas y literarias, sólo había que saber cómo. Álex Grijelmo dice que la entradilla debía ser la encargada de competir con el croissant mañanero y evitar que el lector pasase la página.

No me da mucha pena que desaparezca, creo que los textos ganan agilidad sin ella. Ahora sólo subsiste en medios locales, pero quizá regrese con fuerza.

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