El otro día, a Luis Aragonés, una buena señora le preguntó por los sueldos de los futbolistas (está en el minuto cuatro, más o menos). Cayó en el reduccionismo de siempre: "Cobran mucho por darles patadas a un balón...". Lo de siempre. Debía de ser una de las preguntas más previsibles.
Ahora fijaos en esta información de El País. Quién piensa en estos putos fenicios, quién compara a estos con el currito de la calle, con el que actualiza libretas en la oficina del barrio, con la cajera del súper o conmigo mismo.
Los futbolistas, los que cobran muchos millones, los buenos de verdad, ganan en proporción a su talento; habrá otros que no. Los malandrines de la información de El País cobran según el veneno que llevan dentro.
2 comentarios:
La cuestión no es tanto si merecen o no cobrar eso, en razón al negocio que generan, sino si eso es moral. A mi que un iletrado tipo Ronaldinho se forre de mala manera por jugar al fútbol me parece inmoral. Se habla de cifras de traspasos y de fichas que son simplemente vergonzantes. Todo lo que rodea al fútbol profesional es excesivo.
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http://im-pulso.blogspot.com/2008/04/reforzando-lazos-diez-nuevos-premios.html
Un abrazo.
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